Diario de una mosca
Un barrio del extrarradio de cualquier ciudad. Nuestra protagonista abre los ojos a un mundo nuevo y desconocido para ella y nos comienza a narrar sus divertidas y conmovedoras experiencias, su nacimiento en la acera donde la dejó su madre para largarse volando y sus paseos inspeccionando la zona para acabar conviviendo con un soltero despistado que está loco por la vecina de abajo. La vida de una mosca no suele ser muy larga, pero la nuestra la aprovecha todo lo que puede y nos relata sus desternillantes experiencias desde su perspectiva más bien minúscula. Síganla y la descubrirán ganándose un manotazo por posarse sobre el helado de un niño, resbalando por entre los artilugios de la repisa de un baño o posándose sobre el alambre de la lámpara del comedor para observar bien todo lo que pasa en la casa… Sobre todo, no se pierdan sus esfuerzos por perpetuar su especie en el poco tiempo que la naturaleza le ha concedido para ello. Al cerrar las tapas de este libro, ya no pensarán lo mismo de las moscas.